Hace no mucho estuve de visita en algunos países escandinavos y tuve la suerte (buena o mala a decisión del lector) de poder pasearme por un parque nacional muy cercano a Helsinki.
Todo era muy idílico mientras planeábamos la visita y llenábamos las mochilas con salchichas, pan y queso para hacer a la barbacoa pero empezó a pintar peor cuando salimos a la calle y, ¡oh, sorpresa! Los termómetros bajaban de -20 ºC, los anemómetros subían de 40 y el autobús se retrasó…
A todo esto, como era el menos friolero de mis compañeros y uno se había venido francamente mal equipado.
Le presté varias de mis mejores capas de ropa, con lo que acabé con una pierna convaleciente de una rotura, en vaqueros y sin térmica, caminando por más de un metro de nieve.
Ni que decir tiene que sufrí penalizaciones por frío, por enfermedad, por dificultad del terreno. Sin entrar en detalles acerca del espíritu de equipo y el “no se deja a nadie atrás”, cabrones, la próxima vez ¡dejadme algo de comer!
Ki, pensaba que a estas alturas habrías aprendido más de los juegos de rol: ¡haberte comido al que estaba mal equipado!
ResponderEliminarY ahora en serio: por las fotos el sitio tiene una pinta estupenda.
ya... no creas que no lo pensé cuando em caí a un pozo de un metro y medio y tive que salir arrastrándome.
ResponderEliminarEl sitio es Nuuksio, un parque nacional muy cerquita de Helsinki. Las fotos que he visto sin nieve son espectaculares, pero creo que eso solo pasa un par de meses al año y ni siquiera todos los años ;)