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lunes, 25 de noviembre de 2013

Desafío 25: Desde el sótano

Preveo que el desafío de hoy va a ser una historia del abuelo cebolleta…

¿Cuál es el lugar más raruno en el que has jugado?

Pff… muchos lugares de juego y muchos juegos improvisados. Así, a bote pronto, diría que las escaleras donde conseguí a Acrum Flus en “La partida más corta” son un lugar en la media. Jugar en un McDonald’s y que tu máster grite a pleno pulmón “esos culos son míos” tampoco tiene desperdicio. O en un autobús, y tener que buscar un dado con la tirada clave de la partida en plena hora punta por todo el coche. Los ascensores también son bastante típicos, igual que los bancos de las calles. Pero si tengo un lugar raruno favorito, ese es mi trastero en el sótano. Unos 3 metros cuadrados, llenos hasta arriba de estanterías y… bueno, y cosas. Muchas cosas. Aun así, nos las apañamos para meternos 4, una mesa y un perro (pobrecico, no se iba a quedar solo en casa) y masterizar la primera parte de “Las mansiones de la Locura” de la Llamada. No recuerdo como acabó aquello, porque en un momento dado había que sacar al perro y en los movimientos subsiguientes, todo se fue al carajo. Pero aún así, repetimos a la semana siguiente.

Por que supongo que la partida erótica en la bañera no cuenta como raruna, ¿no?

1 comentario:

  1. Me veo obligado a aclarar los de “esos culos son míos”, no era un McDonal, era un Burger King

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Y Dios agarró barro húmedo y lo moldeó, y le añadió apéndices a imagen y semejanza de sus soldados de plomo y le insufló vida y dijo: ¡Tú eres el hombre! Y el hombre fue. Y Dios vió que esto era bueno.
Y el diablo, que pasaba por allí, inventó los poliedros de plástico y se los dió al hombre, tentándole con el vicio del rol y el azar de los dados.