Como se vería una prisión con alguna que otra comodidad:
Una litera con dos estrechas camas de metal, arrimadas a una pared pintada de blanco, un armario, una mesa delante de la ventana, una silla, un anaquel vacío sobre el que reposaba una mísera vela. Meggie confiaba en que desde la ventana se divisara la calle o al menos el aparcamiento, pero sólo se veía el patio.
Corazón de Tinta, Cornelia Funke
1 comentario:
Bueno, y esta es la última de las descripciones
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