El libro en todo su cuerísimo esplendor.
Para la ocasión, preparé la primera aventura de ejemplo del libro, "La cueva de la Ayalga" y fue... un fracaso absoluto. No por los jugadores, que se lo pasaron teta haciendo el bárbaro por los caminos, sino por los pobres personajes, que murieron todos de formas horribles.
El molón mapa de Ablaneda
Resumiendo, y si ánimo de desvelar nada, los aventureros siguieron al pie de la letra "El decálogo del buen jugador de rol", sólo que entendiéndolo totalmente al revés: Separaron el grupo, persiguieron a los monstruos, no idearon planes astuciosos y, cuando lo hacían, no los llevaban a la práctica...
He de decir que la peor parte se la llevó la criminalidad subida al hacer la ficha. Cuando los jugadores se enteraron que todos estaban en la Ronda por los crímenes cometidos, se lanzaron en plan Conan a ser violadores, asesinos, asaltamonjas y cosas parecidas. Y no hubo quién los bajara del carro. Cómo no admitían de ninguna manera que la Ronda era más para ladrones de ovejas y pan, con sus crímenes se quedaron y así acabaron: En el estómago de una sierpe.
No veo el momento de hacer una segunda Ronda, nunca mejor dicho
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