Camisetas PIFIA

Como Asociación, necesitábamos un uniforme. El problema de los uniformes es que tienen que ser todos iguales. Al menos, unos iguales a los otros. Si no es así, puedes decir lo que quieras, llamar uniformes a prendas diferentes, pero aparte de que no darían esa sensación de uniformidad tan chula, la gente se reiría de ti. Y aparte perderías el “efecto uniforme” que provoca que las mujeres tengan deseos carnales hacia tu persona.

Para lograr algo así, se necesita una máquina de coser grande, suficiente tela y mucha habilidad manual. Como los miembros de la Asociación andan sobrados de maquinas grandes y trozos de tela y también de diversas habilidades manuales (si, de muy diversas habilidades manuales) pero andamos algo escasos de tiempo, podemos optar por la opción B: Que alguien nos lo haga. Esta opción B tiene la ventaja de que los uniformes quedan realmente uniformes y no como si fueran restos de la guerra de secesión utilizados como papel higiénico por una horda de momias con diarrea, como sería el caso si los hiciera Bano, pero plantea el inconveniente de que se necesitan unos papelitos de colores variados que el común de los mortales llama dinero.

Afortunadamente, como ya se dijo en su día, la Asociación obtuvo una subvención , y una parte se ha malgastado invertido en comprar camisetas. (Benditas sean todas las Guillerminas del mundo que entran en vereda) Íbamos a comprar también pantalones, yelmos y brazales, pero optamos por poner el nombre en la parte de atrás y se nos fue el presupuesto...

He aquí las primeras fotos de las autenticas y originales CAMISETAS PIFIOSAS (+5 a la tirada de PIFIA para quien la lleve puesta)