Esta es la primera de una serie de entradas inspiradas en el trabajo de nuestros compañeros de Reciclaje Rolero, espero que os guste…
El Oso Sanguinario aún no se ha estrenado en el campo de batalla, pero le espera un futuro portentoso.
Llegó a mis manos procedente de una limpieza de peluches varios en casa, y la verdad es que tiene pinta de mala leche, aunque es un poco grande para el tamaño habitual.
Me estoy pensando si ponerlo como “monstruo de final de fase” o elaborar un sistema religioso alrededor de él.
5 comentarios:
me inclino por el sistema religioso, en el que los secuaces sean los ositos de haribo.
no funcionaria, ya me los he comido.
bueno pues los osos amorosos, que no veas el miedo que meten
Nunca logramos jugar con el sistema de gominolas...
En ese caso, tampoco probéis con Nachos o patatas fritas... no hay enemigo pequeño.
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