Buceando por la red encontré un noticia antigua, de hace casi dos años, que tuvo lugar en de un pequeño pueblo al norte de Buenos Aires, Nogoyá. La noticia no me habría llamado nunca la atención de no haber sido por la reciente muerte de mi tío y el legado que me dejó en tan extrañas circunstancias.
Primero de todo han de saber que el tópico del tío rico en América del que no se sabe nada hasta su muerte y la llegada del notario para los tramites de la herencia y los consabidos pagos en Hacienda es casi completamente cierto en mi caso. No es que no supiéramos que existía, incluso le visité un par de veces a lo largo de mi vida, pero era un familiar lejano, tanto geográfica como dinásticamente. Le llamábamos tío por no conocer su parentesco real, y realmente no me importaba. Yo solo sabía que en la finca tan grande que tenia podíamos estar sin ver a un solo adulto en muchas horas, correteando de aquí para allá durante todo el día, persiguiendo vacas, construyendo cabañas y todas esas cosas.
Y es de vacas de lo que tenemos que hablar. Porque han aparecido más animales muertos. Igual que la última vez. Creí que se había acabado, pero parece ser que no. Después de hacerme cargo de los papeles de mi tío por casualidad más que por ganas, me convertí yo mismo en “El tío de América”. Vi que era necesario para guardar el secreto. Esta comunidad cerca de Rosario, como en toda Argentina, es muy dada a los chismes, pero respetan a los de fuera. O les tienen miedo. En cualquier caso, ellos saben que lo sé, lo que no saben es que sé que ellos saben que lo sé, así que te he elegido a ti, mi sobrino preferido, como en su día me eligieron a mí, para que guardes mis papeles y trates de acabar lo que dos generaciones de antepasados tuyos empezaron.
Si logras terminar, o al menos nos consigues más tiempo, aunque no será para mí, cuando recibas esta carta estaré muerto, pero si para el resto de la humanidad, podrás disfrutar de la finca hasta el final de tus días. Si no lo logras… bueno, si no lo logras no podrás disfrutar mucho del final de tus días.
Por supuesto, el relato es ficción, pero está basada en “hechos reales”. Podéis ver la noticia aquí. No creo que sea el único al que le viene a la cabeza una historia para la Llamada...
Y no, no me preguntéis como llegué hasta ella, no tiene nada que ver con la inseminación manual de las vacas…
2 comentarios:
si que es una buena historia para crear una partida. Seria interesante localizar una imagen del periódico donde se publicó, para darle mas ambiente en la partida.
creo que hay una imagen en la misma noticia, en el link de abajo. de todas maneras, ver vacas mutiladas no es uno de mis hobbys
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