Análisis de partida: Cornus Caprae

La verdad es que no estuve muy lúcido la pasada semana en la partida de El Narrador. Podría decir en mi defensa que había dormido poco y mal, que el mes de engorde sin usar la bici me pasó factura tanto a la ida como a la vuelta de Sagunto (aunque puede que fuese el calor y el sol) y que Kayl iba dispuesto a enfrentarse a otro baño de sangre y se encontró con unas situaciones más “meditadas” (me había dedicado los últimos días a analizar cómo podía ser útil en combate, no a sacar partido de mis habilidades druídicas en un entorno pacífico) En cualquier caso, desde mi punto de vista cometí dos errores importantes a nivel de roleo, que paso a detallar porque sí, por el simple placer de escribirlo y reflexionar sobre ello. En un momento dado, cuando nos encontramos con Antariego, el sacerdote de Karantel y moderador en los litigios de la aldea, el Narrador me pasó su libro diciendo: “El sacerdote lleva este símbolo colgado al cuello” Yo estaba bastante empanado en ese momento, mirando mi fantabuloso esquema de dos folios en lo que reunía todos las pistas de la trama intentado descubrir adonde llevaba todo eso y simplemente cogí el libro, miré el dibujo y se lo pasé al siguiente, sin leerme el texto de al lado.

Andariego

En este punto es cuando decís ¡MAL! Si el Máster te da su libro, para lo que sea, como jugador tu deber es recoger el máximo posible de información, aunque no tenga nada que ver. Podría salvaros la vida en el futuro… Lamentablemente se me pasó, creo que la idea de El Narrador era que yo, druida de profesión, hiciese buenas migas con Antariego y les explicase que era el Círculo Protector del Roble roleando un poquito. El segundo error probablemente supuso la muerte de un PJ. Habíamos conseguido encontrar a La Bestia nº1 (creemos que hay por lo menos otra en juego), un niño de ascendencia cíngara mutado en sátiro que acababa de secuestrar a su tía por motivos no muy claros y lo estamos encorriendo por el bosque. Yo me había quedado atrás (después de fallar dos tiradas consecutivas de orientación y brío) y decidí poner en practicar una de las estrategias de combate: Desplazamiento a través de los arboles.

”La Bestia”

En principio se supone que hay que hacer un pequeño ritual y se consigue pasar de un árbol de una especia a otro de la misma especie que este situado a una distancia prudencial. El Narrador determinó que podía hacerlo y me materialicé justo en camino de la cabra, que chocó conmigo, perdiendo a su tía y dejándonos a ambos aturdidos. En ese momento, Vilem y Jarad lo placaron y contusionaron mientras la elfa intentaba conectar con su mente y el mago-sacerdote interiorizaba un hechizo y se quedaba sordo y ciego. En esa situación, yo me preocupé por la mujer caída en el suelo, cuando la verdad es que tengo un hechizo druídico llamado calmar bestia que venía que ni pintado en esa situación. En mi defensa he de decir que cojeo un poco de ambientación, que no tenía muy claro que era eso de “transportarse a las sombras” y que no sabía que si eres transportado allí sin una especie de ritual o con capacidades especiales, mueres. Y eso fue lo que pasó, por preocuparme de una PNJ no salvé a un PJ (ya os oigo gritar ¡FALLO IMPERDONABLE!) pero además, perdimos la pista del PNJ clave de la trama y por tanto, los px por apiolarlo averiguar todo lo que sabía (¿CÓMO QUE PERDISTE PX? ¡EXPULSADO DEL GREMIO DE JUGADORES!)

Reino de la Sombra = Muerte y destrucción

Sólo espero que Vilem lo entienda y que el máster le deje salir del Reino de las Sombras vivo y con Taffel de la manita.