Continuamos la partida anterior (que no reseñé por una carencia total de tiempo entre exámenes y viajes para examinarme) en la que custodiábamos a un mago “malvado” que había osado atacar a las Garras del Fénix.
Por el camino hubo dos emboscadas. La primera, formada por todos los tipos chungos que se habían enfrentado a Las Garras en los bosques, fue más bien un barullo de gente que lo único que tenían en común era su ansia de venganza contra el grupo. Afortunadamente muchos “cabos sueltos” dejaron de estarlo, aunque el enemigo probablemente más peligroso, un mago capaz de convertirse en sombra, huyó.
La segunda fue más turbia. Un ejército de mercenarios apoyados por magia y poderes oscuros quería apiolar a un miembro del grupo. El resto se opuso y por poco no acaban todos como erizos atropellados en la carretera. Al final mataron Graar, pero consiguieron mantener su esencia vital encerrada en un gólem hasta que fue revivido.
En ambas ocasiones Kayl de Vallelargo protagonizó dos heroicas huidas en el pescante, aportando poco al combate sangriento, pero consiguió neutralizar a dos arqueros con la plaga de bichos y atropellar a un guerrero con el carro…
Y finalmente, llegamos a Canalburgo, arreglamos el papeleo y acudimos a la llamada de un albo para patear culos de la secta rival, los Hoja amarga. La partida acabó en un laberinto-túmulo con un montón de trampas donde, después de fallar ataques contra un doble de si mismo hecho de bronce ¡5 veces seguidas! Kayl se replanteó su vida aventurera.
Me gusta pensar que se quedó una temporada en el Templo de las Curaciones, aprendiendo y enseñando acerca de hierbas y pociones durante una temporada y, cuando terminó, volver a Vallelargo a fundar El Círculo.
Muchas gracias a toda la mesa, y especialmente a El Narrador por adoptarme estos últimos meses. ¡Nos mantenemos en contacto!
Y Kayl vivió largo tiempo, como siempre había querido, huyendo de un combate para poder seguir huyendo del siguiente.
4 comentarios:
Efectivamente, yo había pensado lo mismo, después de ese pequeño intercambio con Osion, uno de los líderes del Templo de la Sanación. Kayl puede aprender algunas cosillas, y proporcionar a cambio parte de sus conocimientos. Con el tiempo, podrá fundar en torno a él a una nueva organización conocida como el Círculo de Vallelargo. Pero ésa es otra historia...
Tio tu druida compite en valor con cierto mago y cierto hobbit... los tres tienen como grito de guerra lo de marica el ultimo, y correr en direccion contraria a la del enemigo
vamos a ver, combinando sus malas puntuaciones en ataque con mis pésimas tiradas de dado, la supervivencia era mi máxima aspiración.
A fe mía que eligió sabiamente. Salir corriendo, en esa situación, era una buena salida, la verdad. Y había que llevar al prisionero, así que estuvo muy bien la idea.
Lástima lo del pinchazo, pero bueno, al menos tomamos el Sol.
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