El espíritu
dominante, sin embargo, el que más influjo tiene sobre la imaginación de las
gentes que habitan los aires, es un fantasma decapitado que se aparece a lomos
de un caballo… Para algunos, no es otro que el espectro de un soldado que
sirvió en la caballería de Hesse; un soldado al que una bala de cañón le
arrancó la cabeza de cuajo en una batalla de la Guerra revolucionaria y que aún
galopa, como llevado por el viento, en las noches más oscuras. Sus dominios,
empero, no son únicamente los del valle, y muchos aseguran haberlo visto por
caminos más alejados y especialmente en las cercanías de una iglesia apartada
del pueblo. Los historiadores de la región más dignos de aprecio aseguran que,
tras haber estudiado en detalle todas las versiones que se dan sobre el jinete
decapitado, y tras haberlas contrastado, han llegado a la conclusión de que el
cuerpo de aquel soldado recibió sepultura en el camposanto de aquella iglesia
junto a la que se aparece, sí, pero que su fantasma vaga por las noches y pena
en busca de su cabeza en lo que fue campo de batalla; después, antes de que amanezca,
ha de regresar a su tumba… Por eso atraviesa a galope tendido el valle poco
antes de que comience a clarear el día.
Así es como se
interpreta, de común, esta superstición legendaria, que tanto alienta las
historias que se dicen unos a otros los habitantes de esta región en sombras;
así es como se dio al espectro el nombre de El Jinete sin cabeza de Sleepy
Holow.
Así es como Washington Irving nos presenta al famoso jinete
sin cabeza, uno de los personajes más conocidos del género de terror, y la
verdad es que un personaje así da mucho juego en cualquier escenario, por lo
que me pareció que merecía una buena miniatura, por lo que hice lo que pude
para hacer una miniatura que captara lo que este personaje representa, juzgad
vosotros si lo he conseguido.
Por cierto el libro de La leyenda de Sleepy Holow está bastante bien, es corto, pero os lo recomiendo.
1 comentario:
¡una cabeza sin jinete!
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