¿Te falta un mapa en tu partida? ¿Obligas a los hechiceros a llevar libro de conjuros? ¿Estás aburrido y no sabes qué hacer? Unos pequeños briconsejos para hacer pergaminos actuales, que parezcan viejos y con menos esfuerzo del que imaginas...
Las siguientes técnicas sirven para envejecer el papel. De esta manera, el mapa del tesoro, esa nota que lleva años esperando a ser encontrada o, en los casos de jugadores más desesperados y/o implicados con sus personajes, incluso el propio libro de hechizos... Como ya he comentado alguna vez, mis capacidades de dibujo son entre escasas y nulas, así que estas directrices son están pensadas para gente torpe o que no tenga mucho tiempo como yo...
Algunas ideas las saqué de la red, otras las mejoré y en otras improvisé totalmente. Sólo os pongo aquellas en las que tuve éxito, no os preocupéis.
- Técnica "Arrugado se ve peor"
Hay quién usa esto como preparación del papel para luego aplicar más efectos, aunque se puede dejar así perfectamente. Se escribe/dibuja lo que queramos en un folio, preferiblemente grueso, aunque en realidad, da igual. Cuando ya estemos seguros de que no queremos añadir nada más, se arruga la hoja de papel haciendo una bola. Una vez hecha la bola, la alisamos y la volvemos a estrujar varias veces, hasta conseguir que el papel se ablande y se arrugue por todos los lados (por eso tiene que ser fuerte, para evitar los agujeros que puedan aparecer, aunque un mapa sin agujeros, preferiblemente dónde está la X de tesoro, no es un mapa...) Cuando el papel esté muy arrugado, se puede dejar así o plancharlo. Si se plancha, queda una textura muy buena, lista para una segunda fase o para dejarlo así mismo.
- Técnica "Ups, se me derramó el café"
Método fácil: Va uno a una reunión de roleros, llevando el mapa de la partida debajo del brazo, y cuando se va a sentar, la camarera, una elfa rubia, alta, de ojos azules y con mucha pechonalidad, tropieza y "accidentalmente" le tira un café encima, con tal mala suerte que el mapa absorbe la mayor parte del líquido, quedándose negro y casi ilegible. Afortunadamente, nuestro rolero es un tipo abierto, y en vez de ponerse a pegar gritos a la camarera, la acompaña amablemente al baño, donde la elfa le ayuda a limpiarse el café de su espectacularmente definido torso desnudo. Los colegas del rolero asistieron a la boda de penalti que se celebró pocos meses después y el bebé, un medio elfo precioso, se llamó como su padre.
Método complicado: (¿más complicado que el anterior?) Preparamos un café. Si no sabes hacer eso, este no es tú método. Yo lo he hecho con café café, de cafetera, pero he descubierto que los cafés solubles van bastante bien y permiten controlar mejor el grado de concentración... Se coge el papel del método anterior, después de haberlo planchado y se mete en el agua (se usa papel planchado porque es más resistente al agua). Obviamente, no tiene que haber mucha agua para no deshacer el papel y a más café, más oscuro será el papel. Dejamos el papel en la mezcla unos segundos, lo sacamos y lo ponemos en una tabla lisa a secar.
- Técnica "Lo natural sabe mejor"
Hay un grupo de árboles, de la familia de las betuláces y de género betula, llamados en castellano comunmente abedules que tiene una particularidad muy interesante: Su corteza exterior se desprende naturalmente en finas láminas homógeneas que parecen de papel. De hecho, una especie en concreto es llamada en inglés paper birch, o abedul del papel, el betula papyrifera, en los que esta carácteristica es extremadamente acusada. Ni que decir tiene que se puede pintar encima de estos trozos de corteza con rotulador o témpera, dando un aspecto mucho más auténtico a nuestros mapas y pergaminos.
Para los interesados, el género betula se asocia a ríos y zonas húmedas, y es posible recolectar la corteza simplemente tirando de los trozos sueltos, aunque es importante no usar objetos afilados que podrían dañar al árbol. En mi experiencia, en unos 20 minutos conseguí más papel de abedul del que usaré en mucho tiempo y sólo tiré de 4 o 5 árboles...
- Técnica "Justo esto es lo que yo andaba buscando"
El método más fácil, pero el más caro, consiste en comprar, directamente en tiendas de artes, papeles de calidad, reciclados o de colores viejos. ¿Quién haría una cosa así? Pudiendo pringar tu cocina de café o teniendo la posibilidad de acabar con una elfa rubia para qué ibas a salir de casa a comprar un trocito de papel...
Retoques: Para dar ese acabado perfecto.
- Técnica "Quememos los montes de Galicia"
Quema ligeramente los bordes del papel ¡y no te olvides de apagarlo! Ten especial cuidado, porque al apagar la llama el rescoldo sigue devorando papel y puede echar a perder todo el trabajo. Apagar el rescoldo con las manos desnudas no es recomendable si se sufre algún tipo de alergia al fuego.
Si te sobra tiempo y eres un detallista, presenta tú pergamino. Lo más fácil es enrollar el papel, anudándolo con cuerdecita de tela roja o trabarlo con una argolla.
Lamento mucho no poder poner imágenes, pero resulta que todos mis mapas están encerrados en un sotáno lejos de mi alcance... Procastinaremos un poco y lo dejaremos para otro momento.
3 comentarios:
Buen artículo, me habeis dado alguna idea muy cula. La de las hojas de papel de abedul, no se me habría ocurrido ni en sueños.
Gran artículo, sí señor, una muy buena ayuda
lo del abedul fue una inspiración repentina cuando tuve que apuntar una dirección y tenía boli pero no papel. El resto es historia.
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